sábado, 25 de septiembre de 2010

sábado, 11 de septiembre de 2010

Triduo y Función Solemne a María Stma de los Dolores

Mañana 12 de Septiembre, comienza el triduo a la milagrosa Imagen de María Stma de los Dolores, a partir de las 19:45 h. El 15, Festividad de los Dolores Gloriosos de Ntra Sra, Besamanos durante todo el día, y a las 20:00 h. Función Solemne.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. El trono procesional (y III)

Cuatro han sido los pasos con los que ha contado el Cristo de las Cadenas. Dos de ellos centenarios en su procesionar, uno que apenas pasó de la década y otro, el actual, que llega a la misma.

El primero fue centenario si hacemos caso a la ausencia de datos, por lo que entendemos que databa de la época de los frailes y que prácticamente llegó hasta el S.XX. Fueron las andas que se vendieron a la Hdad del Santo Entierro, en concreto a las Angustias. Aparece por primera vez en el inventario de la Hdad (1862), se describe como un paso con peana dorada y faldones de pana. También debemos recurrir a la descripción de Garrido Perelló (1924) para hacernos una idea más completa: "Este paso era muy pequeñito, formándolo una canastilla de madera tallada y dorada, con espejos cuyos cíngulos se colocaban cuatro candelabros góticos de plata con guardabrisa que los señores Pérez Márquez estaban obligados a entregar para la procesión, complementando el adorno, seis maceteros de latón pintado a los que pegábamos unos cromos que les daba mucha vista y que servían para colocar otros tantos ramos de flores que la Compañía de Zafra a Huelva nos regalaba por la bondad del entonces director y viejo amigo, don N. de Soto. Este paso era compañero del de la Virgen, aunque de menor valía artística. Los candelabros góticos tuvieron que ser una moda propia de los neos de finales del XIX y comienzos de XX, anteriormente la iluminación era de faroles.

Con la reorganización de 1912, llega un tiempo de esplendor patrimonial que se prolongó hasta la década de los treinta. Llegan las reformas al paso del Señor, nuevo misterio y nuevo paso. Las andas se encargan al afamado tallista José Gil -San Bernardo, El Silencio-. Para 1913 llega y despierta una gran expectación, recibiendo numerosos elogios y, al siguiente año, se estrenan los esbeltos candelabros guardabrisas. En estas reformas encontramos un dato curioso, José Gil presenta también el boceto de una peana-pedestal para el Señor, que es denegada porque el Cristo iba sentado sobre una piedra. Parece que la idea finalmente se aceptó años más tarde, pero no fue el proyecto del tallista.
El paso es de estilo neorocalla, con cuatro candelabros guardabrisas de cinco luces cada uno y pinturas de la Pasión en los respiraderos. Ha llegado casi intacto cercano a los cien años, de no ser por la Guerra Civil y otras mutilaciones de dudoso gusto. La canastilla pues, no es la original, ya que al encontrarse fuera de la Iglesia en el 36, es quemada junto a enseres del Santo Entierro y de Pasión en las vaquerizas de la cuesta del San Vicente de Paúl. La actual intenta ser una reproducción de la que se perdió, pero sin duda deja bastante que desear. Desde 1938 hasta 1950, el paso sale con un escueto cajón de madera que hace las veces de canasto. El nuevo, se encarga a José Álvarez, pero ya no iba el Cristo de las Cadenas, sino el del Buen Viaje.
Siguiendo con el paso, en 1924 se estrenan faldones, una adaptación del escudo del Esclavo que acometió Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Tras la guerra, se intenta arreglar el asunto del canasto del Señor y se planea la construcción de una paso para el Cristo del Buen Viaje, que es incorporado a la Cofradía. Para tal asunto, es contratado José Oliva y en 1944 parece ser el año de su estreno. El paso finalmente no va para el Crucificado -por más que se pidan constantes donaciones a la Diputación-, sino para el misterio. En 1944, la lluvia hace acto de presencia y retrasa el estreno del formidable trono barroco para 1945, en que la Hdad sale a la calle por primera vez con tres pasos. De grandes dimensiones, tenía que salir a la calle sin esquinas, incluso en sus últimos años lo hacía desde una carpa montada en el porche. Fue el primero de la obra de Oliva en Huelva, Cadenas-Oración-Tres Caídas, y no es descabellado asegurar que fue su mejor talla. Se llegó a dorar en su totalidad a excepción de los grandes candelabros.
Dejó de salir en 1956, apenas doce años de paso. La nefasta conservación, al aire libre prácticamente, y la mala calidad de la madera de postguerra, hicieron que agentes externos se comieran literalmente el paso. El Señor, sin paso, dejó de salir a la calle cinco años, a lo que el Barrio de la Merced protestó y pidió su vuelta, que lo hizo en su antiguo paso de Gil.

Nuevamente encontramos al Cristo en su paso de 1913, esta vez con canastilla de 1950. Son los años de penuria de la Hdad, que deja de salir en su totalidad a la calle. A finales de los 60 y comienzos de los 70, se plantea la revitalización de la Cofradía y nuevamente se retoman las salidas anuales. Los candelabros de Gil son cortados incomprensiblemente y en la mente de todos siempre está la idea de un paso nuevo para el Señor. Incluso se contactó con el propio Oliva, pero la emigración de éste y los pocos fondos de los que disponía la Cofradía hicieron que no llegara a buen puerto el proyecto.
Tendremos que esperar hasta la década de los 90 del pasado siglo, cuando la bonanza de la Hdad permite retomar el proyecto de unas nuevas andas para el misterio. En 1998 empieza la construcción del paso; las tareas de carpintería en La Rambla (Córdoba) y el tallista Antonio Ibáñez para la ejecución. El paso levanta la admiración de la Huelva cofrade y sale por primera vez a la calle el Jueves Santo 20 de Abril del año 2000. En cedro real, cuatro candelabros guardabrisas de siete luces por piña, con dos más pequeños de cinco antorchas también cada uno. Las miniaturas; evangelistas para el 2000-2001, capillas en el 2002, y las cartelas del 2003-2004 son de Emilio López y el dorado de Manuel Calvo (2001-2004).
Estrenó faldones de terciopelo corinto en el 2000, para ser sustituidos por otros de damasco y fleco en 2006.

-Finales del S.XVIII o comienzos del XIX hasta los inicios del XX: Paso primitivo de autoría desconocida, Judíos antiguos también anónimos.

-1913: Paso de José Gil, nuevos Judíos procedentes de la Hdad del Valle. El Señor con sudario y corona de plata.

-1944: Paso de José Oliva.

-1956: Retorna al paso de José Gil.

-2000 hasta la actualidad: Paso de Antonio Ibáñez, vuelta de elementos tradicionales en el misterio, clámide para el Señor.

El paso de Gil, años 20.

Tras la guerra, un cajón por canasto.

Paso de Oliva, aún con los candelabros de Gil.

El paso de Oliva terminado, a falta del dorado.

Vuelta al de Gil.

1999, última salida del Cristo en el paso de Gil.

2000, estreno del paso de Antonio Ibáñez.

El paso terminado.

En la actualidad.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. Los Judíos, las figuras secundarias (II)

Decíamos que el Cristo siempre se ha tenido que adaptar, en buena medida, al misterio, a las figuras secundarias que lo acompañan. Que se tenga constancia, la Hdad ha contado con dos misterios diferentes; dos grupos de judíos, romanos, sayones o como quiera que se les llame.

El acompañamiento siempre ha sido de tres, y al misterio antiguo lo conocemos por el citado, en la anterior entrada, inventario de 1862, y también por una entrevista del que fuera Hermano Mayor durante casi cuarenta años, D. Pedro Garrido Perelló, artífice en casi su totalidad del patrimonio que disfrutamos hoy en día. En las actas, en efecto, se nombran a tres sayones, que el soldado romano lucía casco, coraza y espadín, y que vestían túnicas de pana con calzones y adornos. Pero es, sin duda, mucho más rica la descripción que efectúa Garrido Perelló. Habla de memoria, pues conoció a dichos a judíos antes de comprar los actuales. Merece la pena transcribir textualmente: "Estas intervenciones cofradieras mías, comenzaron en la los Judíos, tan popular como simpática, pero no con los Judíos que ahora salen en procesión, sino con unas figuras pésimas y horrorosamente feas capaces de asustar al más valiente, que lucían unos trajes muy en consonancia con estas esculturas, entre los que destacaba un soldado romano con casco de madera y cartón que nosotros arreglábamos con purpurina y papel de chocolate, que lo convertían en plata y acero refulgente, siendo este centurión, el que sujetaba al Señor en la columna con soga habitualmente purpurinada para que resultase como de oro. También había el portador del Senatus, estandarte de terciopelo negro con letras doradas, y por último el judío más feo y contrahecho de los tres, mirando al Cristo hacía mofa sacándole la lengua".
Como se puede apreciar, no cambia mucho el sentido del misterio antiguo con el actual. Desconocemos la paternidad artística de los judíos primitivos, tampoco sabemos qué se hizo con ellos, aunque si tenemos que fiarnos de las descripciones, no se perdió mucho. Estableciendo una cronología, pudieron salir por primera vez a la vez que el Señor, esto es desde finales del S.XVIII o comienzos del XIX, hasta los albores del XX, en que fueron sustituidos por los actuales.

Los judíos actuales se compraron en 1912, en Casa Piazza (Sevilla) y fueron restaurados por Emilio Pizarro, para ser estrenados junto al nuevo paso en 1913. El romano, el sayón y el sanedrita, procedían de la sevillana Hdad del Valle. El centurión probablemente figurara en el primero de los pasos, en el de la Coronación de Espinas, siendo también un romano. Los otros dos cambiaron su sentido, siendo el sayón uno de los ladrones y el sanedrita el anunciador con la corneta del reo, ambos en el segundo de los pasos de la referida Hdad, el de la Cruz al Hombro.
Es un misterio que ha estado bastante tiempo indefinido y que ha sufrido ligeras transformaciones. Por ejemplo, durante los primeros años, el sanedrita seguía siendo el anunciador con la corneta, situándose en la delantera del paso. Ha sido la figura que más cambiado; poco después fue el portador del Senatus, rememorando a uno de los antiguos judíos, para volver a cambiar y ser un sanedrita, primero llevando la sentencia de muerte y luego, actualmente ya, un báculo. El sayón, inicialmente, iba con una cuerda sujetando al Cristo -también se puede decir que rememora al primitivo-, para más tarde el flagelo y, desde la transformación más historicista de 2005, nuevamente la cuerda. El romano nunca cambió, siempre ha llevado la caña y el casco, también como el antiguo, sólo que seguramente no resulta tan evidente en la mofa -recordemos que el anterior sacaba la lengua: mirando al Cristo hacía mofa sacándole la lengua-.
Se desconoce, más allá de la procedencia de la Cofradía sevillana, una posible autoría. Aunque recientes fuentes los atribuyen a Jerónimo Roldán (S.XVIII).

Son las figuras más secundarias más antiguas de la Ciudad, incluso pudiera darse el caso de ser más longevas que los propios Titulares de la Cofradía mercedaria. Cercano ya el primer Centenario de su estreno (1913-2013), forman el misterio más clásico de la vieja Onuba.

Foto más antigua del misterio, curiosa primera disposición, el sanedrita en la delantera.

Ya en los años veinte del pasado siglo, el sayón cambia la cuerda por el látigo y el sanedrita la trompeta por el Senatus.

Ahora el sacerdote de la ley mosaica con la sentencia.

Los Judíos en la Exposición cofrade organizada por el Consejo de Hdades de Huelva, año 2009.

Y la disposición actual, desde 2005, con el sanedrita llevando el bastón y el sayón la cuerda. El romano lleva coraza, casco y brazaletes de Jesús Domínguez.

martes, 7 de septiembre de 2010

La evolución del paso del Cristo de las Cadenas a través del tiempo. La iconografía del Señor (I)

A modo de resumen, vamos a ir conociendo las distintas variaciones que ha tenido el paso del Señor en su día procesional. Desde la propia morfología del Cristo hasta las andas, pasando por las figuras secundarias y demás elementos. El primer capítulo corresponde a la efigie del Señor, que se ha ido a adaptando a determinados momentos de la Pasión según las necesidades del misterio.

Nuestro Padre Jesús de las Cadenas es una advocación alegórica, propia de los Padres Mercedarios, representa a un cautivo sedente y extenuado con grilletes en los pies. Jesucristo en su Pasión nunca fue encadenado, nos sugiere pues uno de los fines de la Orden Mercedaria: los rescates a cristianos presos en el norte de África. El culto al Cristo en el templo mercedario onubense se remonta a 1657.
Pero es a partir de la exclaustración de Mendizábal cuando tenemos noticias del Señor en la Congregación Servita de María Stma de los Dolores. Si bien la titular mariana efectuó su primera salida procesional en 1792, de la del Señor no conocemos fecha exacta. Nos movemos en una horquilla temporal que va desde el mismo 1792 hasta 1862, en que se levanta inventario de los pasos y ya figura el del Señor. En efecto el Señor ya procesionaba con los Servitas desde mucho antes de 1862 y aún así podemos reducir el intervalo, ya que desde al menos 1842 la Cofradía se encontraba disuelta. Textualmente, en las actas del inventario se nos dice: "Señor con el título de las Cadenas (...) sus manos iban atadas con una soga de seis varas de cáñamo dorada, e iba amarrado con una cadena con grilletes de lata, pintada en purpurina de hierro". No se nos habla en ningún momento de columna, aunque seguramente no tardó en incorporarse.

Ya con la documentación gráfica, adivinamos que el Redentor es vestido con rico sudario en tisú y estrena corona de plata para 1914. Desde principios del S.XX hasta casi finales de dicho siglo, sería siempre la misma configuración. La columna fue a la espalda del Señor y posteriormente a su costado derecho, para volver a cambiarse al lado siniestro. Como el Cristo no estaba sujeto al pedestal, esto hacía que mirara al frente en vez de a un lado. Se restaura en 1983 y es despojado de atributos tradicionales, tales como el sudario de tela y la corona de espinas. Ocasionalmente, en cultos vuelve a lucir la corona, pero procesionalmente sólo se acompaña de la columna. Es, en el Besapiés de 2004, cuando vuelve la corona de espinas de una manera ya casi permanente en el altar y en las salidas, además de la caña y de la clámide, que llevará a partir de 2006 en cada Jueves Santo. La columna, desde 2005, es situada en la trasera del misterio, para dar así mayor protagonismo al Cristo y definir más claramente la burla de la soldadesca romana, que es el momento de la Pasión que representa el Señor cada Jueves Santo. 364 días al año la alegoría mercedaria, un día -el Jueves Santo- la burla.

Con sudario y corona de espinas, instantes previos a la subida del paso.

Tras la eliminación de postizos, sólo con las potencias.

Por primera vez con clámide y caña.

En los últimos tiempos la columna también se eliminó del altar, dando mayor realce al Señor.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Se nos Casó Oscar (Costalero de la Soledad)


Hoy día 3 de Septiembre en la Iglesia de la Concepción han contraido matrimonio nuestros amigos Oscar y Kathy, desde este blog les deseamos muchas felicidades.
Un Abrazo Oscar y Kathy.